sábado, 2 de agosto de 2014

Que poco nos acordamos de ellos y cuanto han dado

Que costoso es asumir la degradación de los cuerpos y las mentes que se ve en las residencias donde están ingresadas las personas mayores. Dentelladas de la vida en el cuerpo que deteriora la mente y dentelladas de la vida en la mente que encoge el cuerpo. Es difícil mantener su mirada fija y profunda; uno no sabe si piden ayuda, si se disculpan por lo que muestran ó consideran nuestra cabeza como punto de referencia del infinito. Algunas/os tiene la “suerte” (desgracia para las personas que les quieren) de haberse ido en vida hacia los recuerdos que les quedan, hasta que también éstos recuerdos desaparecen.
La ciencia nos ha hecho ver lo que somos y lo que nos espera, queramos ó no. Somos un "saco" de células que ha evolucionado un poco más que otros "sacos" de células. La ciencia nos ha permitido saber la forma de vivir más años y mitigar los “dolores” del cuerpo y la mente en los momentos finales. Allá con el que quiera sufrir, pero que nadie intente imponer por la fuerza el sufrimiento a los demás. No me vale ningún razonamiento, ninguno, ni argumentar como recurso cualquier tipo de juramento.
Probablemente la salud sea más importante que la educación sino fuera porque la educación está ligada a evolución de la medicina. Vale más morir dignamente aunque uno sea un poco más ignorante. Que alegría cuando uno ve que están bien atendidos los abuela/os gracias a los medios destinados a su cuidado y que miserables (me quedo corto) son los que escatiman dichos medios con cualquier disculpa.